Blog – Isala

Isala quiere romper tabúes en torno a la salud vaginal. Con ese fin, cada kit de investigación que enviamos a las participantes de Isala incluyó material informativo en forma de tarjetas infográficas sobre temas considerados tabú. Estas tarjetas ayudaron a las participantes de Isala a iniciar conversaciones y compartir con su entorno familiar o amical temas sensibles como por ejemplo el dolor menstrual y los abortos espontáneos.
Puedes leerlas aquí, también puedes dejar tus comentarios de forma anónima. Solo tienes que dejarnos tu primer nombre y los investigadores de Isala y Laura responderán a tus dudas. Juntas podemos aumentar el conocimiento sobre la microbiota femenina y romper muchos tabúes en torno a la salud de las mujeres.

Break the taboo

Spoiler alert: una oleada de nuevos resultados de Isala

¡Prepárese! Los nuevos resultados de Isala ¡ya están disponibles! Hoy no es un día cualquiera, hoy es el tercer cumpleaños de Isala. ¡Un gran motivo para celebrar! El verano pasado compartimos contigo los primeros resultados de la segunda fase de Isala, donde se incluyeron a casi 300 mujeres y estudiamos si su microbioma vaginal había cambiado a lo largo de dos meses. Nuestras voluntarias también donaron muestras de otras zonas de su cuerpo. Hoy queremos compartir los nuevos resultados, como regalo para ellas ya que estamos muy agradecidos por su participación. Las voluntarias de Isala podrán consultar su perfil personal actualizado. En este blog resumimos aspectos más destacados generales de lo que hemos encontrado. ¡Sigue leyendo!

¿El origen étnico influye en la composición de la microbiota vaginal?

Cada vez que leo sobre un estudio sobre la composición de la microbiota, ya sea del intestino, la piel o la vagina, me pregunto ¿con qué bacterias estoy compartiendo mi cuerpo?. Como investigadora de origen latinoamericano, residente en Bélgica, también me pregunto acerca de la composición de mi microbiota vaginal y la de mujeres como yo: mujeres con un origen étnico diferente al país de residencia. ¿Quizás nuestra microbiota vaginal ha cambiado con el tiempo y se ha vuelto similar a la de las mujeres de origen europeo? ¿O el hecho de ser latinoamericana, mi etnia está “resistiendo” la posible influencia europea?