Aproximadamente el 80% de las mujeres sexualmente activas se infectarán con el virus del papiloma humano (VPH), causante de verrugas genitales y cáncer de cuello uterino. En la mayoría de las mujeres, este virus desaparece por sí solo después de un tiempo. Sin embargo, en un pequeño porcentaje de ellas, ciertos tipos del virus persisten y evolucionan en el cáncer de cuello uterino, el segundo cáncer más común en las mujeres. Esto puede detectarse con una prueba de Papanicolaou.
Por lo general, transcurren quince años o más entre la infección y la presentación de cáncer de cuello uterino. El VPH también puede causar otros cánceres como el cáncer de pene, el cáncer de vulva/vagina, el cáncer de ano y el cáncer de garganta. El cáncer de garganta está relacionado principalmente con el sexo oral. La infección por el VPH también puede reducir la fertilidad.
Debido a que el VPH realmente puede causar muchos problemas, en Bélgica se vacuna a todas las niñas hace más de 10 años (gracias a nuestro socio Sensoa) y, más recientemente, a todos los niños, también. En Perú la vacunacion a niñas de 9 a 13 años es gratuita, conoce los puntos de vacunación aquí . Esta vacuna generalmente se ofrece en la escuela secundaria.
La vacuna es beneficiosa si la persona no ha estado en contacto con el virus. Se debe alentar a todos los niños y niñas a que se vacunen, de esta manera, evitar conversaciones incómodas con los padres en torno al inicio de la vida sexual no se vuelve un obstáculo para la prevención. Además, la vacunación también funciona mejor cuando eres más joven. En los menores de 15 años, es suficiente ponerse dos vacunas con un intervalo de 6 meses. Después de los 15 años, son necesarias tres vacunas. La mayoría de las infecciones ocurren durante el período de las primeras relaciones sexuales. Pero la vacunación es posible en mujeres y hombres de entre 9 y 45 años.
¿Necesita hacerse otra prueba de frotis si ha sido vacunado? Sí. Actualmente, las vacunas no protegen contra todos los tipos de VPH; por lo tanto, no brindan una protección completa contra el desarrollo del cáncer de cuello uterino. Es por eso que la OMS recomienda que te hagas una prueba de Papanicolaou si tienes más de 30 años, incluso si has sido vacunada contra el VPH. Es una prueba necesaria para detectar anomalías causadas por los tipos de VPH contra los que la vacuna no te protege.
¿Qué pasa si, como yo, perteneces a una generación a la que no vacunaron porque aún no existía la vacuna? Incluso en estos casos puede valer la pena vacunarse, aunque no hay consenso al respecto. Así te hayas expuesto a un tipo de VPH, la vacuna puede protegerte contra los otros tipos de VPH. Después de todo, la posibilidad de que nos hayamos infectado con todos los tipos de VPH que causan cáncer es mínima. Pero esto siempre debes discutirlo con tu médico. En Europa, para los mayores de 18 años no hay reembolso de la vacuna a través del fondo nacional del seguro de salud. El riesgo depende de tu estilo de vida y de tus parejas sexuales. Incluso con una pareja estable puede resultar beneficioso vacunarse. A medida que uno envejece, el cuerpo produce menos anticuerpos contra los virus como el VPH. Con la vacuna, recibirás una dosis extra de anticuerpos para combatir el virus.
De las participantes que respondieron al cuestionario de Isala, 38% estaban vacunadas, 37% no lo estaba y 25% no sabía. Estas cifras nos hacen pensar que podemos da más información sobre la importancia y la función de esta vacuna en los niños y niñas de la escuela secundaria.
¿Hay algo más que pueda hacer para protegerme y prevenir el VPH?
Desafortunadamente, los condones solo protegen parcialmente contra el VPH porque el virus está presente en toda el área íntima y, por lo tanto, puede transferirse con la misma facilidad durante el acto sexual sin penetración.
Otra opción interesante es el uso de probióticos o lactobacilos como suplemento. Investigaciones anteriores realizadas por Véronique Verhoeven, nuestra médico de cabecera y asesora de Isala, han sugerido que ciertos probióticos podrían ayudar a prevenir el cáncer de cuello uterino. Un estudio se realizó en cincuenta participantes con mayor índice de riesgo de cáncer de cuello uterino. Las participantes tuvieron que tomar un probiótico o un placebo durante seis meses. Después de seis meses, resultó que el frotis del grupo probiótico mostró menos células anormales. Aún así, ciertamente se necesita más investigación clínica para confirmar estos resultados. Esta es también un área de investigación activa del equipo de Isala. Así que comenzamos a buscar nuevos lactobacilos interesantes que, con suerte, funcionarán incluso mejor que los probióticos ya conocidos.
La encuesta de Isala mostró que el 70% de las participantes come yogur con regularidad, el 8% toma regularmente productos lácteos enriquecidos con probióticos y el 8% toma probióticos en cápsulas. Esto sin considerar los posibles efectos sobre el microbioma vaginal. Casi el 5% de las mujeres Isala indicaron que tomaron probióticos cuando se detectó una infección vaginal. Aún así, no pudimos determinar a partir de las respuestas si esto era específico para el VPH.